Lámpara germicida MEDIVENT

de laboratorioUVde pared

Lámparas germicidas de flujo con dos radiadores que se encuentran en su interior. Las lámparas de flujo MEDIVENT deben utilizarse siempre que se requiera un alto nivel de esterilidad en salas con presencia simultánea de personal. La desinfección del aire en las lámparas de flujo tiene lugar dentro de una cámara cerrada, lo que las hace seguras para las personas, los animales y las plantas de la sala. El aire contaminado se absorbe a través de la cámara de desinfección mediante un ventilador. Primero pasa por un filtro, que atrapa el polvo y otras partículas, y luego fluye por la cámara a baja velocidad, directamente a dos o tres (según la versión) lámparas UV y sale microbiológicamente limpio. La radiación UV-C se produce, por ejemplo, mediante descargas de mercurio a baja presión (radiadores germicidas). En la fabricación de los radiadores TUV se utiliza un vidrio de cuarzo especial, que ofrece un alto coeficiente de transmisión de la radiación germicida y absorbe la radiación UV no deseada de una longitud de onda inferior a 200 nm, que forma ozono en el aire. De esta forma, los radiadores TUV producen una cantidad insignificante de ozono y solo durante las primeras 100 horas de luz, mientras que el 95% de su energía se emite a una longitud de onda de 253,7 nm, cercana a la máxima eficacia germicida. La multitud de parámetros que hay que tener en cuenta a la hora de elegir el número de lámparas en una sala concreta (por ejemplo, la fluctuación del aire, la temperatura, la humedad, la polvareda de la sala) hace imposible formular una regla sencilla e inequívoca que explique con precisión este problema.