La protección de la salud en el lugar de trabajo es de gran importancia. En tiempos de la pandemia de COVID-19 y del debate sobre los aerosoles en el aire interior, la protección de la salud es aún más importante.
Ya en 2007 el Instituto Robert-Koch señaló el peligro del humo quirúrgico. Las altas energías de los ultrasonidos, la alta frecuencia, la radiofrecuencia y la cirugía láser provocan reacciones tóxicas que constituyen un peligro muy grave para la salud. Basándose en estudios científicos internacionales, varios países ya han
han aprobado la legislación correspondiente para que los sistemas de evacuación de humos localizados
con filtros de alto rendimiento para la protección del cirujano y del equipo de asistencia.
Actualmente se está preparando una legislación protectora en muchos otros países El corte y la coagulación -según el método y la unidad- liberan diferentes tamaños de partículas, desde 0,07 hasta 200 μm.
se han identificado 41 sustancias químicas diferentes en el humo, algunas de las cuales son altamente tóxicas.
Las mascarillas quirúrgicas estándar sólo filtran partículas en el rango de 0,6 a 5 μm. Sin embargo, el tamaño medio de las partículas de los virus es de 0,015 a 0,2 μm. Además, hasta el 25% del volumen respiratorio puede eludir la mascarilla quirúrgica.
En los estudios toxicológicos no sólo se encontraron eritrocitos y material celular vivo, sino también contaminantes biológicos como virus, bacterias, micobacterias y hongos.
También se descubrió ADN viral y del VIH. Los científicos afirmaron que se pueden inhalar tantas toxinas nocivas en un día en el quirófano como el conocido humo insalubre de un paquete de cigarrillos
Protección diaria contra infecciones y enfermedades causadas por sustancias tóxicas - por el bien de su salud.
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