En la actualidad se sabe que existen al menos once factores en la sangre circulante que son necesarios para la hemostasia normal. La deficiencia de cualquiera de estos factores, a saber, los factores I, II, V, VII, VIII, IX, X, XI y XIII, provoca un cuadro hemorrágico notable, y la gravedad de la hemorragia es proporcional al grado de deficiencia. Para tratar el cuadro hemorrágico, es importante identificar y cuantificar el factor deficiente.
El fibrinógeno (Factor I) es una glicoproteína de alto peso molecular sintetizada en el hígado, que desempeña un papel importante en la hemostasia. Para que se produzca una hemostasia normal en respuesta a una lesión o daño tisular, debe haber una concentración suficiente de fibrinógeno en el plasma. El fibrinógeno se convierte en fibrina por acción de la trombina y es un componente clave de la formación de coágulos.
Cuando se utiliza como prueba de primera línea junto con el TP, el TTPA, el recuento de plaquetas y el tiempo de trombina, el ensayo de fibrinógeno ayuda a investigar el fallo hemostático agudo.
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