Los trastornos musculoesqueléticos (TME) son la principal causa de discapacidad en todo el mundo, con una prevalencia de 1.300 millones, y responsables de 136 millones de años vividos con discapacidad en 2017. Aunque la incidencia de los TME aumenta con la edad, los adolescentes y las personas en edad laboral también se ven muy afectados, lo que provoca un aumento de la morbilidad e incluso la jubilación anticipada del trabajo. Además, el 60% de los problemas de salud relacionados con el trabajo están causados por TME. Éstos suponen una carga para el sistema sanitario con un coste estimado de 196.000 millones de euros al año.
Adamo Robot es un robot colaborativo, 100% seguro, capaz de tratar trastornos musculoesqueléticos aplicando un chorro de aire a presión con una temperatura correcta y sin necesidad de contacto directo con el paciente. La presión continua aplicada por el chorro de aire imita las técnicas de terapia manual utilizadas por los fisioterapeutas para el tejido conjuntivo, como el tratamiento de los puntos gatillo miofasciales, al tiempo que aumenta el flujo sanguíneo subdérmico y la oxigenación de la zona.
El uso de Adamo permite automatizar tareas tediosas y repetitivas, aumentando la productividad de los fisioterapeutas, que podrán tratar a más pacientes en menos tiempo, acortar las listas de espera y, gracias a la termografía, obtener datos objetivos sobre la evolución de los pacientes.
Por último, y lo más importante, ADAMO puede mejorar el bienestar de los pacientes. Quienes lo han probado informan de mejoras tras unas pocas sesiones de tratamiento indoloro.
Imágenes termográficas para comprender mejor el estado de los pacientes*
El Robot Adamo está equipado con cámaras térmicas FLIR capaces de medir con precisión la temperatura de la piel. Midiendo la asimetría térmica del cuerpo del paciente,
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