El transporte de recién nacidos requiere un entorno que los mantenga seguros y calientes. Hasta ahora, la única forma de garantizarlo ha sido utilizar una incubadora de transporte pesada, engorrosa y físicamente grande. Estos costosos dispositivos necesitan un suministro eléctrico para funcionar y no son fáciles de conseguir, ya que requieren equipos adicionales, tiempo, mano de obra y vehículos específicos.
El Baby Pod 2 se concibió como respuesta a la pregunta "¿cómo podemos transportar a un paciente infantil de forma segura de A a B, protegiendo la vida del paciente y de la tripulación en caso de accidente?"
Normalmente, en caso de accidente de tráfico, una incubadora de transporte convencional podría soltarse de su soporte, poniendo en peligro la vida tanto del paciente como de los miembros de la tripulación. Una incubadora normal puede pesar hasta 120 kg, por lo que es muy difícil fijarla a una ambulancia de forma segura. En el pasado, se han producido lesiones y muertes debido a incubadoras que se soltaron durante un accidente.
La construcción de fibra de carbono/compuesto de Baby Pod 2 permite un dispositivo de transporte con un peso drásticamente reducido respecto a una solución típica. Con un peso inferior a 10 kg, puede fijarse a cualquier camilla de transporte común, en cualquier ambulancia de carretera, avión o helicóptero.
Esta flexibilidad reduce la necesidad de que un equipo de transporte tenga que esperar a la disponibilidad de una incubadora o ambulancia específica, lo que reduce el tiempo necesario para trasladar al paciente. Cuando el tiempo apremia, esto es importante tanto para el bienestar del paciente como para la disponibilidad del equipo de transporte para atender otros traslados.
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