Eliminación de humos y olores: Los sistemas K-Line limpian el aire de humo, depósitos de carbón y todos los olores.
Expulsión del aire en la fachada del edificio: gracias al alto nivel de purificación del aire, los sistemas K-Line permiten expulsar el aire de salida de la cocina en la fachada del edificio, incluso a nivel de la planta baja.
Reducción de los costes operativos: ahorro en la limpieza de los conductos de aire. El hollín, la grasa y los depósitos de carbón son depurados por los purificadores. El mantenimiento de los sistemas K-Line es más fácil y menos costoso que la limpieza habitual de los conductos de aire.
Prevención de incendios: el hidrofiltro (campana de pulverización de agua) se utiliza en las cocinas abiertas donde funcionan barbacoas, tandoors, ahumaderos, etc. El equipo extingue las chispas y reduce la temperatura del aire de salida protegiendo el restaurante de los incendios.
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