La ciclofotocoagulación transescleral con láser de diodo (CPC) se ha establecido como un procedimiento eficaz y a largo plazo para reducir la presión intraocular (PIO) en muchos tipos de pacientes con glaucoma. Se ha convertido en una alternativa popular a las prácticas quirúrgicas para el glaucoma refractario. Puede realizarse antes y después de cualquier otra cirugía, como la trabeculectomía aumentada con metabolitos o la viscocanalostomía. Esto hace que sea un procedimiento muy versátil del que pueden beneficiarse los pacientes con glaucoma refractario y los que tienen una buena agudeza visual.
Ciclofotocoagulación transescleral
La longitud de onda de 810 nm permite un tratamiento más seguro en comparación con otros métodos de ciclofotocoagulación o ciclocrioterapia, reduciendo el riesgo de hipotonía y
fisis. Mediante una sonda especialmente diseñada, el rayo láser pasa por la esclerótica y es absorbido por el cuerpo ciliar, lo que a su vez provoca la coagulación. La esclerótica no se ve afectada. La destrucción del cuerpo ciliar conduce a una reducción significativa de la PIO. El tratamiento sólo requiere anestesia local y se realiza de forma ambulatoria.
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