Proporciona a los médicos un método práctico para analizar los tejidos no sospechosos con el fin de ayudar a prevenir el cáncer de laringe.
La biopsia por cepillado obtiene una muestra transepitelial hasta la capa basal.
Esto es fundamental, ya que la capa basal es a menudo la única localización de displasia o carcinoma. El operador debe girar el cepillo hasta que se observe una pequeña cantidad de sangre o de tejido rosado para asegurarse de que se ha conseguido una biopsia transepitelial.
Se preparan un frotis y un bloque celular a partir de la muestra y se analizan con la ayuda de un ordenador de alta velocidad patentado.
Esto localiza las células potencialmente anormales y los grupos de células mediante un análisis combinado morfológico, molecular y de ploidía del ADN. El ordenador selecciona las células y los grupos de células potencialmente anormales para su examen en un monitor de vídeo de alta resolución por parte de un patólogo especialmente formado, que realiza el diagnóstico final.
Las biopsias por cepillado han sido una excelente herramienta de vigilancia para la detección de lesiones premalignas y malignas de la cavidad oral. En la laringe, este enfoque puede utilizarse para seguir, diagnosticar y tratar lesiones rojas y blancas de comportamiento incierto.
Método flexible
El cepillo se pasa a través del canal del broncoscopio o del laringoscopio terapéutico para obtener una muestra, del mismo modo que se realiza una biopsia en vaso a través de un broncoscopio flexible.
La técnica de endoscopia flexible requiere que un asistente gire el cepillo contra la lesión.
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