La producción de productos farmacéuticos exige la implantación de salas limpias y ambientes asociados en los que se controla la concentración de partículas en suspensión en el aire, la temperatura, la humedad y la presión.
La sala limpia está aislada, por una barrera física compuesta de tabiques, techos, puertas y suelos entre diferentes zonas (clasificadas y/o no clasificadas) que deben cumplir, según el sector de actividad, un cierto número de criterios de diseño o de exigencias bien precisas para su rendimiento optimo (comportamiento mecánico, geometría, ergonomía, comportamiento frente al fuego, atenuación acústica...).
Dentro de la producción del sector farmacéutico se encuentran las siguientes zonas:
Zona de atmósfera controlada en la que se controla la contaminación de partículas y microbiana para evitar la introducción y la proliferación de sustancias que pueden contaminar el ambiente,
Zona de confinamiento en la que se intenta adaptar el tratamiento y la filtración del aire para que el ambiente de esta sala no contamine el exterior de ésta con agentes biológicos,
Zona de confinamiento de atmósfera controlada en la que se intenta responder a las exigencias acumuladas de la zona de atmósfera controlada y de la zona de confinamiento.
Se distinguen principalmente tres tipos de riesgos de contaminación: la contaminación por contaminantes de partículas, la contaminación por agentes biológicos y la contaminación cruzada.