Los tejidos y órganos del cuerpo humano se mantienen gracias al oxígeno suministrado por el sistema respiratorio y circulatorio. Mediante la detección de la concentración de oxígeno en sangre in vitro, es posible saber indirectamente si el suministro de oxígeno del cuerpo es suficiente, especialmente en el caso de pacientes de mediana edad y ancianos que padecen enfermedades crónicas. Dado que la falta de oxígeno a largo plazo provoca un rápido deterioro de las funciones corporales, la detección de la concentración de oxígeno en sangre puede utilizarse como valor de referencia para obtener importantes constantes vitales.
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