La principal ventaja del regulador de flujo rotativo es que, cuando está bien ajustado (recuento de gotas en la cámara de recuento de gotas), la estabilidad de la tasa de infusión es más precisa que la de los reguladores de rueda por simple aplastamiento del tubo. Además, el manejo del regulador de flujo es tan simple que hace que su uso sea atractivo.
Sin embargo, las auditorías de la práctica nos recuerdan que el 90% de los operadores observan diferencias entre el flujo real y el teórico, cuando utilizan controladores de flujo graduado. Así, la altura, la viscosidad del fluido infundido, puede, entre otras cosas, influir en el flujo.
Por lo tanto, debemos utilizar las mismas reglas de ajuste de flujo que con los infusores clásicos (recuento de gotas en la cámara de recuento de gotas), los controladores de flujo sin graduación fomentan el respeto de las buenas prácticas de ajuste de los infusores por gravedad.
No deben utilizarse con algunas especialidades farmacéuticas
Consulte la ficha técnica.
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