El Distek sensIR 3200 combina dos tecnologías exclusivas: el calentamiento sin baño y la detección por infrarrojos cercanos para ofrecer el comprobador de desintegración más innovador. El calentamiento sin baño no sólo reduce los tiempos de calentamiento sino que elimina los inconvenientes asociados a los instrumentos convencionales basados en baños de agua. Para adaptarse a sus necesidades de rendimiento, el sensIR 3200 está disponible en dos, cuatro o seis posiciones en el tamaño más pequeño de cualquier modelo comparable.
Detección automática de puntos finales
La detección automática de puntos finales opcional utiliza el infrarrojo cercano "pendiente de patente" para registrar automáticamente los tiempos de desintegración reales. Y funciona sin necesidad de discos estriados modificados, eliminando la revalidación del método para los productos que no se prueban con discos estriados modificados.
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