El PainBlocker™ proporciona alivio del dolor en entornos de dolor intervencionista mediante crioneuroablación. El efecto Joule-Thomson utilizado en el PainBlocker™ es capaz de alcanzar temperaturas del orden de -70 °C. Esto, junto con la capacidad de descongelar rápidamente los nervios congelados, permite realizar la segunda crio-lesión deseada sin lesionar el endoneurio, el perineurio y el epineurio. Por este motivo, los procedimientos criogénicos no presentan el problema de la neuritis, como ocurre con la lesión por calor.
Mínimamente invasivo
La crioanalgesia requiere poca anestesia, puede realizarse fácilmente a través de la piel y no requiere puntos de sutura, por lo que es un procedimiento muy rápido.
Un procedimiento sencillo
La crioanalgesia se suele realizar de forma ambulatoria. El procedimiento se realiza a través de la piel, lo que significa que hay muy pocos hematomas o traumatismos postoperatorios.
Alivio del dolor
Los pacientes experimentan un alivio del dolor inmediatamente después del procedimiento. Las molestias postoperatorias son mínimas y no hay tiempo de recuperación postoperatoria.
Cómo funciona la criocirugía
El PainBlocker™ alcanza temperaturas bajo cero mediante el efecto Joule-Thomson.
El gas presurizado viaja a través de la sonda aislada y es forzado a través de un anillo microscópico hasta una cámara de presión inferior. Este gas presurizado se expande en la punta, haciendo que la temperatura descienda hasta -70 °C. Se crea así una bola de hielo externa. Esto crea una bola de hielo externa.
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