Los monitores de aislamiento y sobrecarga de la línea (LIOM) permiten supervisar la integridad del transformador de aislamiento y emitir una alarma para advertir de un peligro inminente si se produce una impedancia entre cualquier parte del suministro aislado y la tierra El LIOM mide simultáneamente la impedancia entre ambas líneas y la tierra y calcula la corriente del "peor caso" que fluiría a través de la línea con la impedancia más alta si la otra línea se pusiera en cortocircuito con la tierra por un segundo fallo
La corriente que fluiría si se produjera ese segundo fallo se conoce como corriente de peligro prospectivo (PHC) Si la PHC supera el nivel preestablecido de 5mA, se producirá una alarma sonora y visual, pero no se interrumpirá el suministro Si se produce esta alarma, el personal médico puede, en función del estado del paciente, optar por continuar con el procedimiento, teniendo en cuenta que sólo se trata de un peligro prospectivo. Sin embargo, el personal médico puede tomar medidas para rectificar la situación desconectando todos los equipos no esenciales del sistema, uno de los cuales puede estar causando el problema
Además de supervisar el aislamiento, los LIOM deben controlar continuamente la corriente total que se extrae del transformador para evitar que se produzca una situación de sobrecarga. De nuevo, se trata de un sistema de advertencia y no provoca una interrupción del suministro. Obviamente, si se produce un cortocircuito, un disyuntor que alimente el primario del transformador evitará que se produzcan daños graves
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