Los termómetros de vidrio tienen una larga tradición y los termómetros analógicos han sido durante mucho tiempo el método preferido para medir la temperatura corporal. Sin embargo, los termómetros de vidrio siguen ofreciendo hoy en día algunas ventajas decisivas. Gracias a su cuerpo de vidrio cerrado, el termómetro puede desinfectarse en su totalidad y es ideal para las personas alérgicas. Además, hace tiempo que nuestros termómetros dejaron de contener mercurio tóxico. Hoy en día se utiliza Galinstan como líquido de medición.
Creemos en una tradición que se remonta a más de 100 años y estamos convencidos de que sigue siendo una variante ecológica, fiable y, sobre todo, duradera de los termómetros digitales.
Sostenibilidad
Producimos nuestro termómetro exclusivamente (95%) con materias primas procedentes de Alemania. Almacenado correctamente, le acompaña durante toda la vida.
Apto para alérgicos
Este termómetro es especialmente adecuado para alérgicos. El cuerpo de cristal cerrado no contiene metales ni plásticos. Además, puede limpiarse y desinfectarse con total seguridad.
Vidrio especial de Alemania
Para fabricar nuestro termómetro sólo utilizamos vidrio especial procedente de Alemania. El tubo de vidrio y el capilar interno son de fabricación propia.
Sin pilas
El principio de medición del termómetro se basa en la dilatación térmica de los materiales, por lo que este termómetro no necesita pilas. El líquido de medición no tóxico Galinstan sustituye al mercurio conocido hasta ahora.
Cada termómetro es único.
Nuestro termómetro es un auténtico trabajo manual y cada uno de los 25 pasos de trabajo está sujeto a un estricto control de calidad. Cada termómetro está calibrado, lo que garantiza la precisión de la medición.
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