Integridad en la forma, la función y el contexto
Quizá más que ningún otro diseño de su obra, la silla Shell representa el desinterés de los Eames por la estética superficial y su enfoque agnóstico de los materiales. Lo que más les importaba era la integridad de la forma, la función y el contexto, o como solía decir Charles: "Lo mejor para lo más por lo menos" Es esta actitud la que les empujó a explorar la silla Shell en una variedad de acabados, materiales y configuraciones de base.
La Eames Wire Chair es una iteración única en la continua evolución de la silla de concha. En la década de 1950, la oficina Eames empezó a experimentar con alambre doblado y soldado. Inspirándose en bandejas, formas de vestidos y cestas, el equipo desarrolló una serie de piezas, incluida la versión de alambre de la forma monocarcasa. La Eames Wire Chair se presenta con una base de alambre y un cojín de asiento opcional de piel de pieza completa o un cojín "bikini" entrecruzado de dos piezas; ambas versiones están disponibles en varios colores.
Nacida de las primeras investigaciones de Charles y Eero Saarinen moldeando madera contrachapada en la Academia Cranbrook en 1939, y continuada con Ray en el estudio Eames de Venice, California, la silla moldeada es un ejemplo del proceso iterativo de los Eames y de su deseo de hacer "lo mejor para la mayoría por lo menos" Con cada nueva forma, acabado y configuración, los Eames siguieron ampliando los límites de lo que podía ser la silla de carcasa: tras experimentar con madera contrachapada de una sola forma y metal estampado, pasaron a la fibra de vidrio y experimentaron con alambre doblado; cuando la producción de fibra de vidrio demostró ser insalubre para el medio ambiente
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