Lo suficientemente profundo para formar un asiento cómodo y lo suficientemente poco profundo para equilibrar una taza de café: así es como Ray Eames describió las depresiones de los extremos de este escultural taburete que ella y Charles diseñaron. Esta ingeniosa versatilidad, combinada con su aspecto geométrico y su excelente acabado, lo han convertido en un elemento imprescindible en vestíbulos y salones de todo el mundo. Presentado por primera vez en nogal en 1960 como Eames Walnut Stool, su nuevo nombre refleja la adición de fresno ebonizado y el proceso que aún se utiliza para fabricar el taburete.
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