En todo el mundo, más de 4.100 millones de personas están infectadas por el VHS-1 y el VHS-2, y los signos y síntomas pueden solaparse.1 Sólo mediante pruebas de laboratorio pueden diferenciarse estos subtipos, lo que es importante para gestionar las infecciones herpéticas e identificar el riesgo de transmisión a los recién nacidos y entre las parejas sexuales.
Las pruebas precisas necesarias para un tratamiento adecuado
Los CDC y la OMS recomiendan las pruebas NAAT, como el ensayo Aptima® HSV 1 & 2, para el diagnóstico del VHS. Cada vez se prefieren más a los cultivos víricos para diagnosticar el herpes genital debido a su mayor sensibilidad, facilidad de recogida y transporte de muestras y resultados más rápidos.2,3 El ensayo Aptima HSV 1 & 2 distingue entre HSV-1 y HSV-2 con una reducción significativa del tiempo de trabajo de los profesionales de laboratorio en comparación con el cultivo y otras plataformas instrumentales.
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