Una gradilla para tubos es un instrumento de laboratorio diseñado para sujetar y organizar tubos de ensayo o tubos de muestras. Suele ser de plástico o metal y consta de un marco rectangular o circular con múltiples orificios o ranuras para alojar los tubos. Las gradillas se utilizan en diversos entornos científicos y médicos, como laboratorios de investigación, laboratorios clínicos e instalaciones farmacéuticas.
El objetivo principal de un soporte para tubos es mantenerlos en posición vertical y evitar que vuelquen o rueden. Esta organización facilita el acceso a los tubos y garantiza su estabilidad durante diversos procedimientos, como la mezcla, el centrifugado o la incubación.
Los racks para tubos tienen distintos tamaños, según el número y el tamaño de los tubos que puedan alojar. Pueden alojar unos pocos tubos para experimentos individuales o grandes cantidades para procesos de alto rendimiento. Algunos racks para tubos son modulares, lo que permite apilarlos o conectarlos entre sí para formar sistemas de racks más grandes.
Además de alojar tubos, algunas gradillas tienen características adicionales para mejorar su funcionalidad. Pueden incluir etiquetado alfanumérico, opciones de codificación por colores o diseños especializados para tipos de tubos específicos, como tubos de PCR o de microcentrífuga.
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