Keeler cuenta con más de 40 años de experiencia en la oferta de unidades crioquirúrgicas oftálmicas, empezando por la unidad crioquirúrgica Amoils. Basándose en la excepcional fiabilidad de sus predecesores, el Cryomatic MKII ofrece automatización y versatilidad.
La consola y las sondas Cryomatic MKII pueden considerarse un tratamiento superior al uso de la retinopexia láser para los siguientes casos:
Tratamiento de patologías retinianas periféricas
Procedimiento en un solo paso para desprendimientos de retina. En cambio, la retinopexia láser debe realizarse 24-48 horas después de la inyección de gas.
Cuando existen obstrucciones dentro del ojo que limitan la penetración del láser, como una catarata o una opacidad vítrea.
El sistema de acoplamiento del Cryomatic MKII es compatible con una sonda de un solo uso o reutilizable sin necesidad de adaptador. La crioconsola detecta automáticamente el tipo de sonda en uso y ajusta los parámetros internos para reducir la complejidad y los pasos necesarios para llevar a cabo la criocirugía oftálmica. La pantalla digital retroiluminada y los altavoces incorporados proporcionan al usuario indicaciones intuitivas como el tiempo de congelación, el estado de la bombona de gas e información sobre la sonda.
La consola Cryomatic MKII de Keeler es compatible con siete sondas reutilizables que se utilizan para tratar diversas patologías. Keeler también ofrece una sonda de un solo uso que reduce la necesidad de esterilización y mejora la escalabilidad.
Características técnicas
Automatización:
Keeler lleva más de 40 años ofreciendo sistemas de criocirugía específicos para fines oftalmológicos. Hemos aprendido que es fundamental reducir el número de variables al realizar crioterapia.
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