1) Puntería
- Perfore la cortical externa en el punto elegido.
- Introduzca el perno (de 20 o 25/10) con un transportador, generalmente a 130°.
- Transcurridos unos 60 minutos, sustituya el transportador por la guía del perno y termine de clavar el perno. La diferencia entre el pasador (200 mm) y la guía (100 mm) permite evaluar fácilmente la penetración del alambre.
- Un control radiográfico puede ser útil para comprobar el estado del alambre.
2) Perforación
- Detenerse unos 10 ó 15 mm antes del extremo del alfiler para 1) mantenerlo estable. 2) evitar que se atasque. 3) sujetar mejor el clavo.
- Taladrar con la broca pequeña con motor (7 mm).
- Retire el motor, manteniendo la broca pequeña y el clavo en posición.
- Taladre la cortical externa con la broca grande (14 mm), que se enrosca en la pequeña.
3) Calibrado
En muchos casos (es decir, huesos duros o irregulares), merece la pena corregir el alojamiento con el clavo-taladro, cuya cara inferior debe mantenerse en el plano de la diáfisis.
4) Clavado
- Coloque la placa de clavos en todo el portaclavos. Atornille la parte macho hasta el fondo y vuelva a atornillarla después de los primeros golpes de martillo.
- Al clavar, asegúrese de mantener la placa en el eje de la diáfisis.
-No utilice el impactador en este momento.
6) Fijación diafisaria
- Tornillos diafisarios: 5 mm o 4,5 mm Ø.
- Utilizar el impactador sólo después del atornillado (para evitar el deslizamiento del clavo hacia arriba).
- Eventualmente terminar con un tornillo en el orificio oblicuo, sobre todo si el clavo está un poco demasiado alto, o para estabilizar el trocánter menor.
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