Los cables TOEC para la estimulación transesofágica están formados por electrodos de latón de placas doradas, colocados a una distancia fija. Pueden introducirse por vía oral o rinofaringea, el material de la vaina es radiopaco, lo que permite fácilmente la colocación bajo control de rayos X.
Cable para la estimulación cardíaca transesofágica. Los electrodos de superficie ancha son de latón dorado, con una distancia interelectrodo de 23 mm, lo que permite disminuir la densidad de energía emitida en la superficie de contacto, evitando así las molestias que a veces se producen durante este procedimiento. El material de la vaina es de silicona y es radiopaco, para una mejor visibilidad en la radiografía. La punta no es traumática y se ajusta a la anatomía del esófago, para evitar molestias y posibles lesiones durante la colocación.
Cable para la estimulación cardíaca transesofágica. Los electrodos de superficie ancha son de latón dorado, con una distancia interelectrodo de 30 mm, lo que permite disminuir la densidad de energía emitida en la superficie de contacto, evitando así las molestias que a veces se producen durante este procedimiento. El material de la vaina es de silicona y es radiopaco, para una mejor visibilidad en la radiografía. La punta no es traumática y se ajusta a la anatomía del esófago, para evitar molestias y posibles lesiones durante la colocación.
Cable para la estimulación cardíaca transesofágica. Los electrodos de superficie ancha son de latón dorado, con una distancia interelectrodo de 15 mm, lo que permite disminuir la densidad de energía emitida en la superficie de contacto, evitando así las molestias que a veces se producen durante este procedimiento.
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