El principio de funcionamiento del irradiador se basa en la desinfección del aire bombeado a lo largo de una lámpara bactericida de baja presión sin ozono, que emite radiación con una longitud de onda de 253,4 nm dentro de la carcasa del irradiador. El modelo tiene un diseño único y memorable de la carcasa, que es versátil.
Finalidad del aparato
El irradiador está diseñado para la desinfección del aire interior, tanto en presencia como en ausencia de personas:
Locales de instituciones médicas de las categorías I-V, donde se requiere un mantenimiento constante de las condiciones asépticas (especialmente en casos de alto riesgo de propagación de enfermedades transmitidas por aerosoles)
Locales con un riesgo elevado de propagación de enfermedades infecciosas (instituciones públicas, incluidas las instituciones escolares y preescolares, establecimientos de restauración, instalaciones de servicios públicos)
Casas particulares, especialmente durante la epidemia de enfermedades respiratorias agudas
El uso de un irradiador puede considerarse una de las tecnologías de protección sanitaria más eficaces, debido al riesgo de propagación de enfermedades transmitidas por aerosoles.
Principales ventajas
El diseño a prueba de emisiones protege a las personas que se encuentran en la sala de la radiación ultravioleta de onda corta.
Como dispositivo de arranque y ajuste de las lámparas se utiliza un dispositivo electrónico sin arrancador de mayor robustez.
El brillo blanco de la carcasa del recirculador permite utilizar la lámpara como fuente de luz.
Temporizador que cuenta la vida útil de la lámpara bactericida.
El circuito electrónico asegura el control del funcionamiento de las lámparas UV y de los ventiladores y muestra la información en la pantalla digital.
Las superficies exteriores del irradiador son resistentes a las soluciones desinfectantes.
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