Una de las herramientas de diagnóstico dental más importantes es la sonda dental: Permite una evaluación rudimentaria de las superficies dentales.
Puede ayudar a detectar el sarro y las zonas cariadas. El sondeo dental mide la profundidad de la bolsa de un diente con un instrumento de diagnóstico llamado "sonda" dental. Cada diente se mide seis veces, tres en el exterior y tres en el interior. La profundidad de la bolsa del diente se mide introduciendo suavemente la sonda en la bolsa y anotando la profundidad. La sonda funciona como una regla y cuenta con marcas a escala milimétrica a lo largo de un lado. Esos números que escuchas son la profundidad de tu bolsa en milímetros.
Es posible que oiga o vea a su dentista pronunciar o escribir un número repetidamente. Por ejemplo, si el número está por encima de un cinco y se acerca a un diez, su dentista podría recomendar procedimientos de limpieza exhaustivos, como el alisado radicular y el raspado, o algo más completo.
El sondeo detecta los problemas dentales a tiempo:
Los pacientes que visitan al dentista con regularidad identifican anormalidades en su boca de las que no son conscientes. Incluso aquellos que visitan al dentista con regularidad pueden pasar por alto cambios sutiles en la salud de su tejido gingival.
Algunos cambios en la salud pueden pasar desapercibidos a simple vista para el dentista, dejando sus encías vulnerables al desarrollo de la placa y el sarro, que pueden conducir a la gingivitis y la enfermedad periodontal.
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