Portaagujas Olsen Hegar de carburo de tungsteno.
Peak Surgicals proporciona la mejor calidad de instrumentos quirúrgicos en los que también se incluye el portaagujas. Al realizar el cierre de la herida, la ligadura, y otros procedimientos quirúrgicos que implican re-anastomosis, los médicos y cirujanos utilizan un soporte de la aguja, también conocido como un conductor de la aguja o fórceps de la aguja, que es un instrumento quirúrgico comparable a un hemostato.
Un portaagujas básico se compone de las mandíbulas (que suelen estar reforzadas con inserciones de carburo de tungsteno), la articulación con bisagra y los mangos (normalmente con anillos para los dedos en el extremo). La mayoría de los portaagujas también incorporan un mecanismo de trinquete que bloquea las asas y sujeta firmemente la aguja entre las mandíbulas.
Esta característica permite al operador mover la aguja a través de varios tejidos sin tener que apretar continuamente la empuñadura. Las mordazas suelen ser más ásperas y cortas que las asas para mantener una sujeción firme de la aguja (aumentando la ventaja mecánica mediante el principio de una palanca).
La mayoría de los portaagujas están hechos para ser sujetados con los dedos y la palma de la mano como unas tijeras. Algunos, sin embargo, tienen un agarre similar al de las pinzas que permite movimientos más finos y precisos al maniobrar alrededor de objetos delicados o lugares reducidos. El portaagujas Castroviejo, que se utiliza con frecuencia en odontología, oftalmología y microcirugía, es un ejemplo de ello. Debe su nombre al cirujano oftalmológico hispanoamericano Ramón Castroviejo.
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