El clavo consta de una parte macho de perfil D y una parte hembra con punta de sacacorchos con un diseño adecuado al de la primera.
El perfil en D, puede ser cortado durante el procedimiento quirúrgico. Por esta razón, existe un tamaño de clavo para cada diámetro.
En el extremo distal del clavo macho, hay una punta en forma de sacacorchos especialmente diseñada que proporciona una fijación máxima al hueso y un daño mínimo a los cartílagos de crecimiento.
Gracias a las roscas esponjosas situadas en la parte proximal del clavo hembra, se consigue una mayor estabilización con la ayuda de tornillos de media rosca y se evita el movimiento hacia delante del clavo telescópico hembra.
La fijación máxima está garantizada por las agujas de Kirschner que se pueden enviar a las ranuras situadas en la parte distal del clavo macho.
Los clavos macho y hembra se fijan distalmente y proximalmente detrás de la placa de crecimiento del hueso, en la epífisis.
Indicaciones
El clavo está indicado para su uso en niños a partir de 18 meses con diagnóstico de osteogénesis imperfecta. Además, se utiliza en la corrección de deformidades de huesos largos, estabilización de fracturas, alargamiento con fijadores externos, prevención de la formación de fracturas y tratamiento de huesos osteoporóticos en niños.