El combustor de agujas está diseñado para ambulatorios médicos, clínicas y hospitales.
Está dedicado a utilizar agujas desechables después de su uso, protegiendo así al personal médico de pinchazos o infecciones accidentales al desconectar las agujas usadas de las jeringuillas, transportarlas o almacenarlas.
El dispositivo permite fundir la parte metálica de una aguja a una temperatura muy alta; además, la cabeza de la aguja se desconecta automáticamente y se deja caer en un recipiente (lleno de un desinfectante), colocado dentro del dispositivo.
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