Para alcanzar el nivel de rendimiento requerido para el tratamiento de pacientes inmunodeprimidos, se requiere el uso de un flujo unidireccional horizontal.
La trayectoria del flujo de aire debe tocar primero al paciente y después al personal del hospital antes de ser devuelto, para evitar que el paciente sea contaminado por el personal que, de esta forma, siempre está operando aguas abajo de la zona de respiración del paciente.
En esta configuración, toda la zona ocupada por el paciente se ventila con aire filtrado a través de filtros HEPA H14.
El difusor filtrante ocupa toda la pared de la cabecera de la cama. El aire emitido por el difusor atraviesa la zona ocupada por el paciente y sale por la puerta situada en el extremo de la cama del paciente, que está provista de paneles microperforados, para permitir el paso del aire. El aire que fluye por la puerta, con el fin de envolver al personal que va a entrar en la sala de aislamiento y crear así una barrera contra la contaminación, se dirige a continuación hacia la unidad de escape del sistema de ventilación
del sistema de ventilación.
En esta configuración, toda la zona ocupada por el paciente se ventila con aire filtrado a través de filtros HEPA H14.
Durante el día, las operaciones en la sala tienen lugar en medio de un caudal de aire que se mantiene en 0,36 m/s en la sección de la sala con niveles de ruido inferiores a 48 dBA.
Durante la noche, el caudal de aire se reduce para reducir los niveles de ruido, con una velocidad media de 0,15 m/s, que equivale a 147 vol/h.
La unidad de tratamiento del aire suministrado a la sala se compone de:
Difusor filtrante mural;
Rejilla de escape para extraer el aire recirculado de la zona filtrante;
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