El sensor Senseonics miniaturizado está diseñado para medir la glucosa en el líquido intersticial durante un máximo de seis meses. A diferencia de los actuales sensores de glucosa, el sensor Senseonics está diseñado para ser implantado subcutáneamente en la parte superior del brazo sin que ninguna parte del sensor sobresalga de la piel.
Encapsulado en un material biocompatible, el sensor utiliza un polímero indicador de glucosa fluorescente único. Un diodo emisor de luz incrustado en el sensor excita el polímero, y el polímero entonces señala rápidamente los cambios en la concentración de glucosa a través de un cambio en la salida de luz. La medición se transmite al transmisor. Toda esta medición está diseñada para ser realizada de forma autónoma e independiente sin necesidad de que el usuario lo solicite.
La química de la glucosa fluorescente es bien conocida y no está sujeta a las inestabilidades intrínsecas de los actuales sensores de glucosa basados en proteínas. No se consumen sustancias químicas (es decir, oxígeno, glucosa) ni se forman (es decir, peróxido de hidrógeno). En consecuencia, se espera que esta tecnología sea intrínsecamente más estable y precisa.
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