La terapia de presión negativa (TPN), denominada también «cierre de heridas asistido por vacío», puede ser complicada de gestionar, lo que aumenta los costes y la carga de trabajo del personal. Estas fuentes de ineficiencia pueden retrasar las altas de los pacientes y aumentar la presión sobre los recursos sanitarios. Las pautas de expertos internacionales recomiendan el uso de un marco de toma de decisiones simplificado para ayudar a informar el uso adecuado de dispositivos de TPN
Un consenso de expertos internacionales
Los expertos recomiendan la implementación de un marco basado en evidencias científicas para simplificar y optimizar el suministro de TPN y para ayudar a guiar la selección de sistemas de TPN adecuados.
La selección rápida de un sistema de TPN de un solo uso, como el TPN PICO◊, para heridas clínicamente adecuadas puede ayudar a:
Facilitar un alta rápida del paciente
Mejorar la satisfacción del paciente
Reducir las cargas de trabajo logísticas asociadas a la gestión de equipos de TPNt
Reducir los costes globales de la atención