En 2019, se notificó una nueva enfermedad por coronavirus en Wuhan (China). Posteriormente, esta enfermedad afectó a la mayoría de países del mundo causando importantes daños pulmonares e insuficiencia respiratoria. El patógeno se identificó como un coronavirus similar al del SARS y el MERS. Se le denominó coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo 2 (SARS-CoV-2). Las manifestaciones clínicas son síntomas sistémicos como fiebre y fatiga, acompañados de tos seca y disnea que pueden evolucionar rápidamente a neumonía grave e insuficiencia respiratoria aguda y pueden ser mortales.
El diagnóstico se realiza actualmente mediante técnicas de RT-qPCR que presentan variaciones según los países pero que dependen en gran medida de la calidad del hisopo nasofaríngeo (baja presencia o ausencia de virus). Según los pacientes y el periodo de infección, el virus se localiza en los pulmones y no en la nariz o la garganta . Por diversas razones, la prueba RT-qPCR no es muy adecuada para analizar a una gran población:
- La calidad de la muestra se ve fácilmente comprometida
- Más del 30% de falsos negativos en algunos estudios en situaciones reales
- La pesadez técnica (4 a 6 H) del ensayo RT-qPCR COVID-19.
- Su elevado coste (de 20 a 56 euros por prueba en Francia y mucho más en otros países).
Con el fin de satisfacer la creciente demanda de soluciones de detección rápidas y fiables para la infección por coronavirus SARS-CoV-2, Spartacus-Biomed presenta el LFA COVID-19 IgG & IgM Rapid Test Device como ayuda al diagnóstico.
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