El sistema de sujeción consiste en una banda metálica ajustable a la forma de la nariz y bandas elásticas/cordones.
Los tejidos utilizados son compatibles con la piel: no contienen fibra de vidrio, carbonato cálcico ni citotoxinas.
Abra la mascarilla tirando de las bandas elásticas y asegúrese de que el elemento metálico se encuentra en la parte superior de la mascarilla.
Colóquese la mascarilla en la barbilla y, a continuación, tire de ella sobre la nariz, de modo que la boca y la nariz queden completamente cubiertas.
Coloque los elásticos detrás de las orejas.
Utilice ambas manos para fijar la mascarilla: con los dedos, presione el centro de la tira de sujeción en la zona de la nariz y, a continuación, siga presionando hacia los extremos de la tira metálica.
Compruebe la estanqueidad: cubra la mascarilla protectora con las dos palmas de las manos, de forma que no moleste la colocación de la mascarilla en la cara, y luego exhale bruscamente, comprobando si el aire se escapa por la zona de la nariz. Si nota que el aire se escapa por la tira metálica de sujeción, compruebe que está bien apretada contra su cara.
Evite tocar los 2 lados de la mascarilla, la manipulación de la mascarilla se hará con ayuda de los cordones elásticos.
Sujete las 2 tiras elásticas y retire la mascarilla de su cara.
Una vez retirada, deseche la mascarilla usada.
Después de desechar la mascarilla, lávese las manos con agua y jabón, antes de tocar cualquier otra superficie.
Se recomienda no utilizar la mascarilla durante más de un turno o si se moja o daña.
No se recomienda utilizar la mascarilla en un entorno con bajo nivel de oxígeno, durante el sueño o en zonas potencialmente explosivas.
Se recomienda precaución al utilizar la mascarilla en personas con asma u otras afecciones respiratorias.
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