Los calorímetros ambientales son una herramienta inestimable y potente en los estudios de investigación metabólica. El uso de la calorimetría indirecta aumenta enormemente las posibilidades de investigación en una amplia gama de entornos clínicos y de investigación. Estos sistemas permiten realizar mediciones a largo plazo (hasta 7 días), sin las limitaciones de un dosel o una máscara facial. Permiten a los investigadores obtener nuevos conocimientos sobre la dinámica del gasto energético humano, la oxidación de sustratos y mucho más. Un calorímetro de ambiente permite estudiar el metabolismo energético de una persona durante periodos más largos y en diferentes circunstancias. Los sistemas constan de tres partes diferentes: la propia sala, el control del clima/circulación y una unidad de análisis: el sistema metabólico Omnical. El aire fresco circula por la sala y se analiza tanto el aire entrante como el saliente. Esto permite la libre circulación del sujeto de ensayo en un entorno altamente controlado. La duración del estudio puede variar de 2 horas a más de 7 días, controlando totalmente el entorno (temperatura, humedad, luz, etc.), la dieta, el ritmo circadiano, los protocolos de ejercicio, etc. Pueden integrarse fácilmente equipos y sensores adicionales para ampliar aún más las posibilidades.
El Calorímetro de Sala Básico es la última tecnología del mercado y es una potente herramienta que puede utilizarse en estudios de investigación metabólica. Con una experiencia de más de 35 años, hacemos que la investigación sea más asequible con su calorímetro de sala portátil que puede instalarse en sólo unas horas. El calorímetro ambiente BASE permite realizar mediciones de calorimetría indirecta sin necesidad de llevar una máscara facial o una campana ventilada.
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