La prueba de la placa fría caliente ha sido durante décadas la prueba de referencia para las pruebas de dolor térmico en roedores. A lo largo de los años los dispositivos han ido mejorando y las técnicas se han vuelto más sofisticadas, añadiendo a los métodos de temperatura constante también otros.
La prueba de la placa caliente/fría de Ugo Basile incluye todas las últimas tecnologías necesarias para ejecutar temperatura constante, temperatura de rampa lineal (hacia caliente o hacia frío) y rampas de temperatura complejas gracias al software X-Pad incluido.
Además, el nuevo modelo incluye un teclado (con cable o Bluetooth opcional) para puntuar puntos finales de dolor o comportamientos estereotipados.
El rango de temperatura va de -5° a 65°C y hay disponibles soportes para animales de diferentes alturas.
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Las respuestas motoras (o vocales) son normalmente los puntos finales de las pruebas de sensibilidad térmica y esto ha sido así para las temperaturas calientes y frías para estudiar la hiperalgesia y la alodinia.
Más recientemente, la introducción de dispositivos de apisonamiento, capaces de aumentar la temperatura desde un punto inicial hasta un punto final a una velocidad de tiempo determinada, han mejorado en gran medida la capacidad de diferenciar entre respuestas hiperalgésicas y alodínicas.
El método de la placa caliente/fría es muy tradicional y tiene la ventaja de contar con animales no sujetos; sin embargo, en la bibliografía se puede encontrar una gran variedad de métodos de puntuación, que depende de la puntuación visual de la propia experimentadora.
Algunos laboratorios utilizan el primer lametón de la pata trasera como punto final de la prueba; otros, la frecuencia de los lametones durante un cierto intervalo de tiempo; otros, los saltos o las vocalizaciones.
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