El cultivo de sangre es uno de los procedimientos más importantes y críticos que se realizan en el laboratorio de microbiología. Dado que la sangre es normalmente estéril, el aislamiento e identificación de un organismo tiene una gran importancia diagnóstica. El hemocultivo es de gran importancia en el diagnóstico de enfermedades caracterizadas por bacteriemias como la endocarditis, la fiebre tifoidea, la neumonía, etc.
Descripción de los productos
Para el crecimiento de los microorganismos se debe utilizar un anticoagulante en el medio de cultivo. Sin embargo, algunos anticoagulantes pueden ser tóxicos para ciertos patógenos. Además, muchas muestras de sangre contienen antibióticos residuales, anticuerpos, ß-lisina y fagocitos que son inhibidores naturales de las bacterias y reducen en gran medida las posibilidades de obtener un cultivo positivo. Estos obstáculos pueden superarse utilizando SPS (polianetholsulfonate de sodio), un anticoagulante no tóxico que permite el crecimiento bacteriano al contrarrestar o absorber esos inhibidores bacterianos naturales de la sangre. Dado que el SPS inhibe la actividad de la estreptomicina, la polimixina B, la kanamicina y la gentamicina, la terapia con estos antibióticos no debería interferir con el crecimiento microbiano en los cultivos de sangre que contienen este anticoagulante.
Nuestros medios de cultivo de sangre apoyarán el crecimiento de una amplia variedad de microorganismos patógenos clínicamente importantes, incluyendo organismos fastidiosos.