Las infecciones TORCH son un grupo de infecciones congénitas y perinatales causadas por patógenos, toxoplasma gondii (TOX), otros patógenos,virus de la rubéola (RV), citomegalovirus, citomegalovirus (CMV), virus del herpes simple (HSV), etc., que se transmiten de madre a hijo durante el embarazo, durante el parto o después del nacimiento.
Los patógenos TORCH pueden transmitirse verticalmente a través de la placenta, provocando partos prematuros, abortos espontáneos, mortinatos o malformaciones fetales. Y a través del canal del parto, provocando daños multisistémicos y multiorgánicos neonatales y retraso mental del bebé[1]. El cribado TORCH antes y durante el embarazo siempre ha sido un proyecto importante en la atención sanitaria perinatal. En la actualidad, muchos países y regiones han incluido el cribado TORCH en el cribado del embarazo y han publicado las directrices pertinentes[2-8].
El cribado TORCH mide las inmunoglobulinas IgM e IgG producidas por patógenos en el organismo para diagnosticar infecciones. El cribado TORCH previo al embarazo es especialmente importante para detectar a tiempo la infección aguda, determinar el momento seguro del embarazo, evitar el embarazo durante la infección aguda y la infección activa, y proporcionar una base para la interpretación de los resultados del cribado TORCH durante el embarazo.
Importancia clínica
Los anticuerpos IgM TORCH aparecen generalmente una semana después de la infección y desaparecen gradualmente en 4-8 semanas, lo que es un indicador de infección reciente. Los anticuerpos IgG suelen aparecer dos semanas después de la infección y persisten durante muchos años, lo que constituye un indicador de infección previa[9]
Toxo La infección de mujeres embarazadas puede causar graves consecuencias al feto. Por lo general, la tasa de infección del feto es baja en los tres primeros meses de embarazo (alrededor del 17%),
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