La velocidad de sedimentación globular (VSG) es una prueba inespecífica que alerta a los médicos de la posible presencia de enfermedades o anomalías corporales. La VSG se determina
midiendo, en milímetros por hora, la distancia a la que han descendido los eritrocitos tras separarse del plasma en una pipeta vertical de velocidad de sedimentación. La prueba manual tarda 60 minutos en completarse.
La pipeta de vidrio puede utilizarse para extraer sangre de cualquier tipo de probeta. Sistema de succión directa que permite al técnico de laboratorio, tirando del pistón interno hacia arriba, dejar que la columna de sangre alcance el nivel "0", con parada automática. La pipeta está graduada de "0" a "180", con
fondo transparente para una lectura inmediata. La gradilla puede contener diez pipetas en posición prenumerada y asegura a cada pipeta una posición perfectamente vertical.
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