La longitud de onda de 445 nm interactúa con las moléculas a nivel sistémico y es absorbida tanto por la hemoglobina como mejor que con un láser infrarrojo. La longitud de onda azul también es eficaz sobre numerosas cepas bacterianas, por lo que se aprovechan sus propiedades antisépticas y se obtienen excelentes resultados en la incisión de tejidos, tanto con fines quirúrgicos como vasculares. La longitud de onda de 660 nm puede transferir una dosis óptima de energía al tejido. Esta energía se almacena así a nivel celular con el consiguiente aumento tanto de la proliferación bacteriana como del metabolismo. Así, permite obtener resultados notables en la cicatrización de heridas, úlceras diabéticas y vasculares.
La longitud de onda de 970 nm es absorbida por el agua contenida en nuestro cuerpo: la mayor parte de dicha energía se transforma en calor. Las capas profundas de los tejidos se convierten así en puntos de calor localizados capaces de generar gradientes de temperatura a nivel celular y de estimular la microcirculación local gracias al aporte de oxígeno proporcionado por esta longitud de onda.La longitud de onda de 970nm es absorbida por el agua contenida en nuestro cuerpo: la mayor parte de dicha energía se transforma en calor. Las capas profundas de los tejidos se convierten así en puntos de calor localizados capaces de generar gradientes de temperatura a nivel celular y de estimular la microcirculación local gracias al aporte de oxígeno que proporciona esta longitud de onda.
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