Es un método de tratamiento moderno y altamente efectivo: se introducen ondas sonoras de alta energía en las zonas dolorosas del cuerpo. Con este innovador enfoque terapéutico, se pueden eliminar sistemáticamente alteraciones patológicas de tendones, ligamentos, cápsulas, músculos y huesos.
Durante la sesión de tratamiento, las ondas de choque se dirigen a la zona dolorida, donde generan un estímulo mecánico controlado. Se promueve la curación en zonas de tejido más profundo, al igual que tras una lesión externa. Esto resulta en un aumento de la circulación sanguínea y la formación de vasos sanguíneos, generando nuevo tejido conectivo. El tejido tendinoso degenerado se regenera y tensa. La intensa estimulación también crea una potente inhibición del dolor, que generalmente resulta en una reducción inmediata del mismo.
Los efectos beneficiosos de la terapia de ondas de choque suelen experimentarse después de solo uno o dos tratamientos. La terapia elimina el dolor y restaura la movilidad completa, mejorando así la calidad de vida.
Utilice la terapia de ondas de choque para tratar afecciones tendinosas dolorosas crónicas como: tendinopatía aquílea, tendinopatía rotuliana, fascitis plantar, tendinopatía del glúteo (bursitis de cadera), dolor del manguito rotador, codo de tenista y codo de golfista.
¿Cómo funciona exactamente la terapia de ondas de choque?
La terapia de ondas de choque envía ondas de presión radiales de alta energía a la zona del dolor crónico. Estas ondas acústicas aumentan el flujo sanguíneo, estimulan la reparación y regeneración muscular y aumentan la metabolización a nivel celular.