La infección por parvovirus canino (IPC) es una importante enfermedad infecciosa de caninos y comadrejas causada por la infección por parvovirus canino (CPV) y caracterizada por un síndrome de enteritis grave y un síndrome de miocarditis. La enfermedad se da en todo el mundo, con una elevada morbilidad y mortalidad en cachorros. La infección por Coronavirus Canino es también una enfermedad intestinal altamente contagiosa de los perros, causada principalmente por el Coronavirus Canino (CCV), que ataca principalmente a las células epiteliales maduras del tracto intestinal, presentándose como un síndrome de gastroenteritis aguda, con signos clínicos como depresión, vómitos, diarrea y pérdida de apetito.
Los síntomas incluyen depresión, vómitos, diarrea y pérdida de apetito. Los perros más susceptibles a la enfermedad suelen tener entre 2 y 4 meses de edad, pero perros de todas las edades pueden infectarse en situaciones de estrés. La enfermedad puede contraerse sola o en combinación con rotavirus y microvirus caninos, pero la tasa de mortalidad es mayor en las infecciones combinadas y suele ser mayor que en las infecciones únicas.
En los últimos años se han detectado con frecuencia infecciones mixtas de microvirus y coronavirus caninos en perros enfermos ingresados en hospitales veterinarios. En la práctica clínica, el diagnóstico de las infecciones mixtas por CPV y CCV se basa en los síntomas clínicos, la epidemiología, los análisis de sangre y la detección de antígenos fecales. En las infecciones agudas, se observa un aumento de la presión eritrocitaria, leucopenia y linfopenia en los análisis de sangre.