La importancia de los CIC y su relación con diversas enfermedades ha sido objeto de estudio durante muchos años. La formación de inmunocomplejos es un proceso protector y normalmente benigno de un sistema inmunitario que funciona con normalidad. Los CIC se eliminan de la circulación mediante una serie de complejos procesos bioquímicos, enzimáticos y celulares. Sin embargo, la clave de todos ellos es el sistema del complemento.
En determinados estados patológicos, los complejos inmunitarios pueden iniciar daños en diversos órganos y tejidos mediados por el complemento. Esta activación del complemento puede iniciar una serie de acontecimientos potencialmente destructivos que incluyen la lisis celular, la producción de anafilatoxinas, la estimulación de los leucocitos y la activación de los macrófagos. También pueden producirse daños tisulares importantes cuando la CIC se fija a las membranas celulares, como ocurre en algunos casos de glomerulonefritis.
Se han desarrollado más de 40 ensayos para medir las CIC, muchos de los cuales requieren múltiples pasos complejos y equipos sofisticados. Dado que las características de la CIC varían ampliamente, ninguno de estos ensayos ha sido aceptado como estándar. De hecho, en un estudio exhaustivo, la OMS determinó que ningún método era apropiado para medir la CIC en todos los estados patológicos y que se debía utilizar una combinación de dos métodos y técnicas diferentes.
El MicroVue CIC-C1q EIA es para la detección de complejos inmunes circulantes (CIC) en suero o plasma humano.
El ensayo utiliza C1q humano altamente puro y funcional recubierto en la fase sólida para capturar complejos inmunes (CIC). En la primera etapa, los CIC de las muestras diluidas del paciente y los HAGG de los controles y estándares se dispensan en los pocillos del ensayo recubiertos de C1q.
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