Los sensores de epilepsia se utilizan para vigilar a las personas que padecen epilepsia mientras duermen. La tecnología patentada del sensor detecta el movimiento de una persona en la cama y puede diferenciar los movimientos normales de los ataques epilépticos. Se activa una alarma mediante una unidad doméstica Lifeline, Communicall o CareAssist.
Para personas en casa y en viviendas agrupadas deve
Discreto y minimiza las molestias al usuario.
Registro Plug and Play para facilitar la programación.
Compatible con las unidades domésticas Lifeline y otros sistemas de teleasistencia Tunstall.
Funciona con la frecuencia de alarma social específica para un funcionamiento fiable y preparado para el futuro.
Sustituye a las molestas comprobaciones nocturnas, ayudando a los cuidadores y protegiendo a los usuarios.
¿Cómo funciona?
Un sensor de epilepsia permite detectar convulsiones tónico-clónicas en el momento en que se producen, activando automáticamente una alerta con un cuidador, lo que permite proporcionar la atención adecuada.
El sensor Abilia también monitoriza las constantes vitales del usuario, incluida la frecuencia cardiaca, para detectar su presencia en la cama. El sensor es extremadamente fino y no lleva cables ni interruptores incrustados. Debe instalarse bajo un colchón de espuma o un cubrecolchón (si se utiliza un colchón de muelles) y colocarse por debajo del pecho. La alarma se dispara si detecta movimientos asociados a una convulsión durante un tiempo superior al retardo preestablecido, que puede fijarse entre 10 y 20 segundos.
Los sensores de epilepsia pueden utilizarse en domicilios particulares o en residencias asistidas. Son portátiles, fáciles de usar y adecuados para niños y adultos.
Características técnicas:
Tecnología de sensor patentada: reduce el número de llamadas falsas.
Ajuste de la sensibilidad: se adapta a las necesidades de cada persona.
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