Las lesiones del anillo pélvico de tipo B y C resultantes de traumatismos y la fractura única de la sínfisis púbica producida durante el parto requieren estabilización. La estabilización de la sínfisis púbica en casos de traumatismo es necesaria para eliminar el desplazamiento rotacional y vertical de la mitad de la pelvis como resultado de la rotura de los ligamentos de la articulación sacroilíaca.
La estabilización de la articulación sacroilíaca es necesaria para permitir la fijación de la pelvis mientras se lleva a cabo la estabilización de la sínfisis púbica. De lo contrario, puede producirse un desplazamiento secundario de la mitad de la pelvis y la migración del implante.
Ambos huesos de la pelvis están conectados por una anfiartrosis inmóvil, cuyo hueco está relleno de cartílago. La libertad de movimiento de la anfiartrosis está controlada por ligamentos. En el caso de la fijación de la ruptura pélvica, la estructura biomecánica de tres niveles de la pelvis pierde su movilidad. El paciente puede sentir dolor en la articulación de la cadera y en la parte transversal-lumbar de la columna vertebral. Conectadas por construcciones metálicas, las articulaciones pélvicas siguen intentando ser libres y, como resultado de millones de ciclos de sobrecarga, pueden resultar dañadas, lo que puede provocar su desplazamiento y migración. Una sola fractura de 2 cm de la sínfisis púbica producida durante el parto no tiene consecuencias graves. Las fracturas de más de 2 cm pueden provocar lo que se conoce como "marcha de pato" y dolor permanente de la articulación sacroilíaca. Por lo tanto, la indicación principal y básica para la estabilización de la sínfisis púbica es la inestabilidad pélvica.
Existen dos métodos de estabilización de la sínfisis púbica con el uso de:
-placa rígida,
-placa móvil (articulada).
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