El virus de la peste porcina africana es un virus altamente contagioso y letal que infecta principalmente a cerdos domésticos y salvajes y supone una gran amenaza para la industria porcina mundial.
Síntomas clínicos
Los signos clínicos de la peste porcina africana varían en función de las formas aguda, subaguda y crónica de la infección:
Forma aguda:
Hipertermia: aumento brusco de la temperatura corporal hasta 40-42°C.
Signos hemorrágicos: aparecen manchas hemorrágicas en la piel, especialmente en las orejas, el abdomen y los extremos de las extremidades.
Anorexia: pérdida acentuada del apetito.
Disnea: acompañada de tos y dificultad para respirar.
Vómitos y diarrea: pueden producirse heces sanguinolentas.
Muerte: suele producirse a los 7-10 días de la infección y es letal hasta el 90-100%.
Tipo subagudo
Fiebre moderada: temperatura corporal ligeramente elevada.
Disminución del apetito: a veces acompañada de síntomas respiratorios leves.
Síntomas hemorrágicos leves: hemorragias de la piel y de los órganos internos.
La mortalidad es baja: suele ser del 30-70%.
Tipo crónico
Fiebre intermitente.
Retraso del crecimiento y emaciación.
Ulceración y necrosis de la piel.
Artritis: puede producirse cojera.
La mortalidad es baja, pero el crecimiento y la productividad se ven muy afectados.
Vías de transmisión
Contacto directo
Transmisión de cerdo a cerdo: por contacto directo con fluidos corporales (sangre, saliva, orina, heces, etc.) de cerdos infectados.
Cerdos asilvestrados: los cerdos asilvestrados actúan como huéspedes del virus y pueden transmitirse a los cerdos domésticos por contacto.