Implante periorbital a medida

Los datos epidemiológicos muestran que los defectos maxilofaciales son más frecuentes entre los jóvenes en edad laboral. Los defectos más comunes de esta zona son las fracturas causadas por traumatismos de alta energía (accidentes, lesiones deportivas, lesiones industriales, etc.). Entre los defectos no tan comunes se encuentran las deformidades y los defectos causados por diversas enfermedades. La deformación de los huesos del esqueleto facial distorsiona las proporciones faciales del paciente y puede comprometer el sistema estomatognático, los sistemas visual y olfativo y la función del maxilar inferior. En la práctica clínica para la reconstrucción maxilofacial, los injertos óseos, el cemento óseo y los implantes estándar (mallas, placas y tornillos, aumentos) utilizados tradicionalmente se moldean manualmente (se doblan y se cortan), ya sea en el preoperatorio o en el intraoperatorio. Sin embargo, con estos materiales es difícil restaurar la estética de la cara y rellenar uniformemente los defectos, lo que puede dar lugar a una cicatrización irregular del hueso y a resultados estéticos insatisfactorios. Los implantes reconstructivos maxilofaciales específicos para cada paciente resuelven estos problemas. Por lo tanto, en caso de grandes defectos maxilofaciales y con el fin de restaurar la estética del paciente y disminuir el riesgo de infecciones y otras complicaciones, se recomienda utilizar implantes de reconstrucción maxilofacial específicos para cada paciente que se fabrican individualmente para cada paciente teniendo en cuenta su anatomía, patología y los requisitos para el diseño del implante definidos por el cirujano.