El pie caído es una afección neurológica que provoca la incapacidad de levantar la parte delantera del pie. Las personas que lo padecen arrastran los dedos del pie por el suelo, por eso levantan la rodilla en alto o balancean la pierna en un amplio arco.
La caída del pie es el resultado de la debilidad o parálisis de los músculos extensores. Hay 3 razones:
lesión del nervio peroneo
trastornos de la columna vertebral y el cerebro
afecciones musculares
La lesión del nervio peroneo desciende por la cara lateral del hueco poplíteo hasta la cabeza del peroné y permite levantar el pie. Debido a su ubicación, es muy fácil que se dañe como consecuencia de una lesión deportiva y de una operación de prótesis de cadera o rodilla.
El pie caído puede aparecer a cualquier edad y puede afectar a un pie o a los dos al mismo tiempo. El tratamiento dependerá de la causa: se utiliza fisioterapia para fortalecer los músculos y puede recomendarse cirugía para intentar reparar un nervio dañado. Un tratamiento precoz puede mejorar las posibilidades de recuperación. Sea cual sea el tipo de lesión, las ortesis ligeras son el tratamiento más habitual.
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