La enfermedad renal suele progresar sin ser detectada, porque el deterioro de los riñones no causa dolor. Por este motivo, la enfermedad renal crónica no se diagnostica hasta que los pacientes presentan síntomas de una fase avanzada de la enfermedad. En las primeras fases de la enfermedad, las pruebas de laboratorio son la forma más eficaz y sensible de detectar la reducción de la función renal.1
La cistatina C muestra una mayor sensibilidad a la disfunción renal en comparación con la creatinina sérica, especialmente en la fase inicial de la enfermedad renal caracterizada por una leve reducción de la tasa de filtración glomerular.
El ensayo de cistatina C en látex N:
Es adecuado tanto para muestras de suero como de plasma
Tiene baja imprecisión (CV total <5%)
Funciona con los sistemas Atellica® NEPH 630 System2, BN™ II System y BN ProSpec® System
Características y ventajas
La cistatina C es una proteína no glucosilada de bajo peso molecular (13 kDa) sintetizada por todas las células nucleadas. Se produce a un ritmo constante regulado por un gen de mantenimiento.3 La cistatina C se filtra libremente por el glomérulo, y no hay secreción tubular ni eliminación extrarrenal. Además, la cistatina C no se ve afectada por la masa muscular, la dieta, el sexo o la inflamación.
La relevancia de la determinación de la cistatina C para el diagnóstico de la ERC se incluye en las directrices internacionales KDIGO (Kidney Disease Improving Global Outcomes).
Sin secreción tubular; sensible en el intervalo sin creatinina3
Mayor sensibilidad en la fase inicial de la enfermedad
Independiente de la edad, el sexo y la masa muscular3
Relación constante entre la cistatina C y la tasa de filtración glomerular (TFG) a partir del año de edad
Rango de referencia único: 0.62-1,11 mg/L en niños y adultos de edades comprendidas entre 1 y 78 años
Detección sensible de la disminución de la TFG con el envejecimiento
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