El magnesio es el segundo catión intracelular más abundante del cuerpo humano después del potasio, siendo esencial en gran número de procesos enzimáticos y metabólicos. Es un cofactor de todas las reacciones enzimáticas que implican al ATP y forma parte de la membrana que mantiene la excitabilidad eléctrica de las células musculares y nerviosas. Un nivel bajo de magnesio se encuentra en el síndrome de malabsorción, la terapia con diuréticos o aminoglucósidos; el hiperparatiroidismo o la acidosis diabética.
Una concentración elevada de magnesio se encuentra en la uremia, la insuficiencia renal crónica, la glomerulonefritis, la enfermedad de Addisons o la terapia antiácida intensiva1,4,5. El diagnóstico clínico no debe realizarse a partir de un único resultado de la prueba, sino que debe integrar los datos clínicos y otros datos de laboratorio.
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