En las etapas iniciales de algunos tipos de cáncer pueden haber signos y síntomas que pueden notarse; el cáncer de vejiga es uno de ellos.
La detección precoz del cáncer de vejiga:
permite tener más opciones de tratamiento.
aumenta las probabilidades de poder tratar con éxito a los pacientes.
ahorra costes sanitarios.
La necesidad
La hematuria, esto es, sangre en la orina, es el síntoma más frecuente del cáncer de vejiga. 4 de cada 5 personas con cáncer de vejiga tienen algo de sangre en la orina4, sin embargo:
El 80 %-90 % de los pacientes con hematuria manifiesta NO tiene cáncer.
Y más del 95 % de los pacientes con microhematuria NO tiene cáncer.
La hematuria tiene muchas causas frecuentes: infección de vías urinarias, nefrolitiasis (cálculos renales), enfermedad renal poliquística, traumatismo, hiperplasia prostática benigna (HPB) en varones de edad avanzada o bien, en algunos casos, incluso el ejercicio de alta intensidad.
La proporción de pacientes con hematuria que realmente tienen cáncer de vejiga es muy pequeña.
Por tanto, puede ser difícil para los médicos decidir quién puede padecer cáncer de vejiga y quién podría tener otra enfermedad.
En la práctica clínica de EE. UU., solamente 13 %-30 % de todos los pacientes con hematuria son derivados al urólogo para que se le realice una cistoscopia; debido a esto, se calcula que hay más de 20.000 casos de cáncer no detectados al año en EE. UU.6
Por las razones antes descritas, es extremadamente importante identificar lo antes posible a los pacientes de cáncer.