La encefalitis transmitida por garrapatas (ETG) es una enfermedad infecciosa vírica, que afecta al sistema nervioso central, causada por un arbovirus de la familia Flaviviridae. Los hospedadores reservorios del virus son los animales del bosque y la transmisión, a humanos y animales, se produce por picadura de garrapata o, excepcionalmente, por consumo de leche infectada no tratada térmicamente. Hasta el 70% de las infecciones son clínicamente inaparentes o con síntomas leves; en el 30% restante de los casos, tras un periodo de incubación de 3 a 14 días, aparecen síntomas inespecíficos similares a los de la gripe. Tras algunos días de remisión, se desarrolla la segunda fase de la enfermedad. Esta fase se caracteriza por cefaleas agravadas, oftalmoplejia, vómitos, malestar general, síntomas meníngeos, parálisis de los nervios craneales y paresia de las extremidades. La fase aguda de la encefalitis transmitida por garrapatas dura de 1 a 3 semanas. En pacientes de edad avanzada puede observarse una evolución más grave de la enfermedad, a menudo con efectos nocivos duraderos.
El diagnóstico se basa en la anamnesis, el cuadro clínico y los resultados de pruebas de laboratorio como la detección de anticuerpos IgM e IgG específicos. Los anticuerpos IgG protegen al organismo frente a una nueva infección y pueden detectarse durante un largo periodo (varios años) tras la infección o vacunación pasadas. Los anticuerpos IgM son marcadores serológicos de infección aguda y su producción puede durar hasta 10 meses.
Método
Método inmunoenzimático para la determinación cualitativa de anticuerpos de clase IgG e IgM contra el virus de la encefalitis transmitida por garrapatas en suero humano, utilizando un dispositivo desechable aplicado en los instrumentos Chorus y Chorus TRIO.
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